El inicio de la carrera fue un desafío para mí. Al compararme con mis compañeros, perdí la confianza en mí misma y casi repruebo dos materias. Sin embargo, con perseverancia y esfuerzo, logré superar esos obstáculos y avanzar al segundo semestre.

En lugar de depender únicamente de herramientas externas para mejorar, aprendí a confiar en mi propia creatividad y habilidades. Este cambio de mentalidad me permitió superar las dificultades del segundo semestre y avanzar con mayor confianza hacia el tercero.

Este nuevo entendimiento, dejé de compararme con los demás y comencé a enfocarme en lo que yo soy buena, lo que me permitió disfrutar y tener éxito en mis proyectos de diseño.

Aunque el camino es difícil y a veces siento que no puedo más, mi determinación por aprender y crecer en mi carrera es lo que me impulsa a seguir adelante. No importa si tengo que desvelarme o incluso si olvido comer, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para convertirme en una gran diseñadora. (claramente no descuidando mi salud)